“Un Año de Convivencia”

AVAIN
Vaya al Contenido

“Un Año de Convivencia”

AVAIN
Publicado de Mª Carmén León en Vivienda Tutelada · 14 Abril 2021


 La pandemia sanitaria producida por la COVID-19 produjo que el país entero tuviera que confinarse, cosa que para muchos parecían ser unas vacaciones y que al final se fue alargando, provocando variedad de sensaciones en todos los ciudadanos. Pero, en especial en las personas que han residido lejos de sus familiares, como les ha pasado a nuestros usuarios de la vivienda tutelada.

Sensaciones que tuvieron

 Al principio se lo tomaron bien, pensando que sería un tiempo vacacional y que en poco tiempo todo volvería a la normalidad, pero notando que todo se iba prolongando, comenzaron a sentir agobio, enfado y tristeza, llegando a llorar en varias ocasiones ante la situación desconocida que nos encontrábamos, no sabían que era realmente un confinamiento.

 Todos tuvieron variedad de sentimientos encontrados ante dicha situación, echaban de menos a sus familiares y amigos, se aburrían y se agobiaban, pero al final unos tiraban de otros, animándose entre ellos. (“¡Vamos, nosotros podemos!”).

Actividades que realizaban

 Intentaban aprovechar el tiempo lo máximo posible a través de diferentes actividades como: hacer ejercicio físico, uso de Tablet, estudiar, dibujar, jugar a la play, juegos de memoria, juegos de mesas (dominó, ajedrez, parchís) hacer videollamadas tanto con los familiares, amigos y profesionales, ver películas, escuchar música relajante, salir a aplaudir a las ocho de la tarde, tomar tapitas en la terraza de casa, etc.







Aprendizajes

 Aprendieron lo que es realmente importante como es la salud y valorar estar con la familia y no enfadarse por tonterías con ellos. Conocieron en profundidad a sus compañeros y a ellos mismos, a tener una mejor convivencia, a tener más paciencia, además de nuevas tareas del hogar, utilizar la vitrocerámica, realizar algunas comidas, poner el termómetro, etc.





Sensaciones después del primer confinamiento

 Fue raro (ya que había que salir con mascarilla y manteniendo distancias de seguridad), libre de poder sentir el aire en la cara, contentos de volver a pisar la calle.

 Ahora se sienten nerviosos e inseguros por la espera de la vacuna, pero con muchas ganas.

¡¡Cada vez queda menos!!







Regreso al contenido